sábado, 1 de noviembre de 2008


22 comentarios:

pitima dijo...

Dualidad.
Deberíamos ser como los sabios griegos, sin necesidad de preocuparnos de lo mundano, de las rutinas (trabajar, limpiar, que haya comida en la mesa...) para poder preocuparnos sólo de la vida contemplativa, de los sueños y las auténticas verdades... ¿no?
Pero yo abría colocado la luna del otro lado. Claro que necesitamos la luz para leer... No sé.

Madame Vaudeville (Chus Álvarez) dijo...

Barrendero de noche; estudiante de día. La vida...
Un besote.

marisa dijo...

cuanta belleza me he perdido estos días.. alegre de volver

Silvia dijo...

Cuando hay luna menguante se pone barrer y cuando hay luna llena se pone a estudiar, pero, ¿por qué en la luna llena usa una vela y en la menguante no, si hay menos luz?
Bss

CriS dijo...

Mientras una limpia el suelo la otra señala un cielo que presenta el sol y la luna, a veces encontrados, pero los primeros días del otoño, cada mañana, podemos observarlos juntos al amanecer... dos en uno. Los libros... la historia, nuestra historia pegada al pecho. Y un candil para que no falte la luz tampoco en la tierra.

Unknown dijo...

Dos facetas distinta de una misma persona, por un lado las obligaciones y responsabilidades y por otro su gran amor, la cultura, los libros, quizás por eso en este último se dibuje una luna totamente llena, plena y completa.

Carol dijo...

Estaría bueno estar siempre del lado derecho.

un beso!

Anónimo dijo...

Es sobre ese saber q todos llevamos dentro y no sabemos que lo sabemos...ese q yace en la oscuridad y emerge cuando se comienza a barrer/ar...
saluditos unikos!
La U.

piluna dijo...

Dos mitades que se complentan entre si, como lo hacen la luna y el sol, el día y la noche, que bonito, tener alguien que te complemente en todos los sentidos. Un beso.

Pilar Cita dijo...

Limpia la biblioteca por las noches, pero cae en la tentación de los libros y con la luz de una vela, lee hasta el amanecer.

Precioso.

MARICARMEN dijo...

Tu blog ha sido una bonita casualidad.
Lo metere en mi maleta de favoritos.

irene dijo...

Bella y compacta unión.
Realismo de lo cotidiano, sabiduría y romanticismo, una buena mezcla.
Un abrazo, Manuel.

leo dijo...

que lindo¡¡¡ me ha transmitido la sensación de que nunca estamos solos, siempre tenemos a alguien con nosotros.

me ha gustado mucho.

un beso,
leo

Dra Ziella.- dijo...

dos caras de una misma moneda,coexistencias...
te dejo mi abrazo...

eMiLiA dijo...

hojas de otoño... y en plena asfixiante primavera.

Gracias por la visita!

(Me gustan mucho tus dibujos)


Saludos!

Natalia Maggi dijo...

un amor y punto.

AMAR, AMAR, AMAR HASTA MORIR.. ♪

Anónimo dijo...

Hola Manuel:
El dibujo refleja varias cosas... tareas domesticas, cultura a través de la lectura, contemplación de la naturaleza, montaña, luna... el pluriempleo cotidiano se manifiesta en tu cuadro.
Te espero desde tus dibujos
Muchos saludos

Alejandra dijo...

Yo escogo el conocimiento solar. Olvidemos por un rato del lado oscuro de la luna y ensendamos la llama de nuestro ser.

Un beso Manuel, geniales tus dibujos siempre llenos de mensajes.

Anónimo dijo...

Cualquier ángel con escoba, sueña con alcanzar la luna.
Besitos Manuel.
Pd: Quizás tengas razón, salir del anónimato, a lo mejor no es buena idea, el anónimato te deja ser, la persona que vive detrás del espejo.
:-)
Darilea

BIRA dijo...

Hola Manuel! Vengo a agradecerte el haber pasado por mi segunda casa, y haber dejado un comentario allí. La he tenido muy olvidada (entre vacaciones y el tiempo que me roba el blog principal, la verdad es que hacía siglos que no publicaba nada). Gracias por tu comentario y felicidades por las imágenes que aquí muestras.

Para compensar el retraso te diré que me admira la gente que tiene arte en las manos... yo no sé dibujar la o con un canuto!

Un beso

Anónimo dijo...

Este cuedro me ha sobrecojido, es algo bello, a la par de simple.
No se sabe quien barre o si barre y coloca a la vez...
Supongo que lo ha hecho tú, mi más sincera enhorabuena.
Un beso!

eyrenne dijo...

Que dualidad en esos trazos, Manuel, como la que vivimos muchos de nosotros a veces sin darnos cuenta.

Saludos!